Alrededor de los últimos días y la sedación días existen diversos mitos que son falsos o creencias erróneas extendidas entre la población e, incluso, entre algunos/as profesionales del ámbito sanitario. En esta sección, respondemos a los mismos.
Si identificas alguna otra de esas creencias erróneas, comunícanosla aquí (redpal.easp@juntadeandalucia.es) para que podamos responderla. Gracias!!
“La sedación provoca la muerte”
A veces los síntomas se vuelven tan intensos que no responden a ningún tratamiento. En esos casos, la única forma de aliviarlos es inducir una sedación que disminuye el nivel de conciencia del/de la paciente, es decir, dormirle. A esto se le llama sedación paliativa.
Se puede aplicar durante un intervalo de tiempo y luego volver a despertar a la persona o aplicarse ya en los momentos finales de la vida para ayudarle a morir con paz, sin dolor, ni ahogos u otros síntomas insoportables.
Siempre se aplica con el consentimiento de la persona enferma o de su familia.
La sedación no produce la muerte ni la busca. No es una eutanasia. Sólo es una forma de proporcionar paz y tranquilidad a esa persona, de ayudarle a descansar a través del sueño.
“Una vez que se seda a una persona, la muerte llega en un tiempo breve”
Una vez que empieza la sedación el tiempo que sigue viviendo la persona depende de su naturaleza y de su estado; pueden ser horas o días. Se pretende que la persona esté tranquila y sin signos de sufrimiento.
Las personas que le acompañan pueden seguir cuidándole, pueden tocarle, hablarle, despedirse, con calma y en un ambiente de tranquilidad y evitando alterar a la persona.
La sedación no determina cuándo muere una persona, sino cómo.
“En el domicilio no se puede sedar”
En el domicilio se puede sedar sin ningún problema y, en muchas ocasiones, mucho mejor que en el hospital. La única condición es que la o el paciente tenga personas cercanas que puedan vigilar la medicación y puedan prestar cuidados de confort y acompañamiento. Siendo así, el entorno más favorable para morir es el domicilio, un espacio de tranquilidad y referencia para paciente y familia.
¿Cómo se hace?
- El equipo sanitario se desplaza a domicilio,
- Se inicia la sedación con la medicación indicada,
- Se dejan instrucciones por escrito, sencillas y fáciles de seguir para las familias.
- El equipo hará un seguimiento estrecho, a diario y,
- Si la familia tiene alguna duda o problema pueden llamar y preguntar (les indicarán dónde pueden llamar).
“Antes de morir hacía unos ruidos… Creo que murió encharcado y ahogado. Fue una mala muerte”
En los últimos días de una persona, es muy normal que pueda tener secreciones, incluso aunque se administre medicación para evitarlas o se retire el suero.
Estas secreciones no implican sufrimiento para la persona. Eso sí, pueden producir un ruido consecuencia del paso del aire a través del moco que hay en las vías respiratorias. Estos ruidos se llama estertores y forman parte del proceso natural de morir para algunas personas.
Lo importante es que no produce molestias ni incomodidad a la persona enferma. En la mayoría de los casos, no está indicado el uso de aspiradores. Sí se puede minimizar cambiándole ligeramente de postura.
La familia a veces interpreta que murió “ahogado” si está haciendo esos ruidos. Pero no es así. Una recomendación para su tranquilidad es: miren al paciente. Si aparenta tranquilidad a pesar de esos ruidos es que no le están molestando.