¿Qué cambios pueden aparecer a nivel mental y espiritual en los últimos días de vida de mi ser querido?
Cada persona sigue un proceso único en su despedida. Pero hay algunos aspectos que son comunes:
1.- Perciben su presencia
Aunque su ser querido no pueda responder, sí puede percibir su presencia y su estado de ánimo y también el ambiente que hay en su entorno (mucha gente, ruido, cuchicheo, llantos…). Aunque nunca es fácil asumir que la muerte está próxima, ir aceptando la realidad de la partida es la mejor estrategia de afrontamiento para todos. Supone el cierre de una biografía.
¿Qué puedo hacer?
Acompañar a su ser querido, aceptando la realidad es una de las mejores estrategias para elaborar el duelo de quienes se quedan.
Si en algún momento no puede contener sus expresiones de tristeza y pena, es recomendable que salga de la habitación y regrese cuando recupere la tranquilidad.
2.- Están en un estado de recogimiento.
Su ser querido puede mostrarse ensimismado, como si no pudiera responder o incluso en coma. Esto indica que se está preparado para irse, que se está desprendiendo de las cosas, de las personas, de todo. Esta fase puede durar muchas horas.
¿Qué puedo hacer?
Permanezca a su lado, aceptando la realidad de la partida, con afecto y serenidad.
3.- Entra en un espacio de serenidad.
Llega un momento en que su ser querido entra en un espacio de serenidad y paz que le permite estar relajado y entregado en otra dimensión de calma y bienestar. Mientras, su cuerpo sufrirá cambios como la palidez, la delgadez, los ruidos respiratorios, los cambios en el rostro, etc. Lo que su cuerpo físico nos muestra es sólo una pequeña parte de lo que está pasando, es como la punta de un iceberg. Lo más importante es que no le generan sufrimiento, aunque puedan provocar angustia a quienes le rodean.
¿Qué puedo hacer?
Si puede superar el impacto del cuerpo, de lo que se ve y conseguir ver a su ser querido como una persona que experimenta con tranquilidad un momento único y especial: la despedida de la vida, podrá concentrarse en acompañarle y transmitirle serenidad, paz y gratitud. De esta manera, podrá experimentar la serenidad y la paz interior de asistir al momento en que la respiración se para y el ser querido fallece.