Continuamos con la publicación de los relatos finalistas del I Concurso de Microrelatos de la Red de Cuidados Paliativos de Andalucía (RedPAL) .
El relato elegido segundo finalista (tercer premio) por el Jurado – en una decisión ajustadísima – fue «La vaina».
Su autora Mar Horno García (Torredonjimeno, Jaén 1970), licenciada en Documentación, trabaja como documentalista audiovisual en Canal Sur Televisión, en Jaén. Escritora de micorrelato desde 2012 ha recibido varios premios entre los que destacan La Microbiblioteca, Casa de África, Relatos de Viajes de La Ser o Premio de microrrelato Antonio Garrido. Publicó en 2012 su libro de microrrelatos «Precicipios habitados«, que quedó finalista en los Premios de Narrativa Ciudad de Alcalá.
El microrrelato «La vaina» está inspirado en su padre, enfermo de alzheimer y es una metáfora de como esta enfermedad puede convertir a cualquier persona en algo insignificante, física y mentalmente. Tan insignificante como una habichuela.
Tuvimos la suerte de contar con Mar en la lectura y entrega de premios del Concurso.
La vaina
Mi padre era un gigante. Subidos sobre sus hombros veíamos el mundo. Un día empezó a encoger. Apenas un milímetro al mes. El médico nos dijo que era una enfermedad incurable. Primero encogía la cabeza y luego le seguía el cuerpo, por pura empatía. No sabíamos cómo cuidarlo, solo quererlo. Así que le llevábamos siempre de la mano, le dábamos besos sonoros, le recordábamos la alegría o le mostrábamos la luz de las estrellas. Él se despertaba a veces perdido y decía, ¿por qué ha crecido hoy tanto el mundo? Ya tan pequeñito, nosotros ahora los gigantes. Mi madre, terca, cogía el metro de costura y medía su corpachón postrado sobre la cama. Ves, niña, está igual que siempre. Y era verdad, porque necesitábamos ocho personas para bañarlo. Pero yo sabía, al mirar sus ojos vacíos de sí mismo, que no tardaría en caber en una vaina de habichuelas.