Al ayudar a un niño o niña a afrontar un duelo de forma adecuada le estamos dotando de capacidades importantes. No podremos evitar que lamenten el fallecimiento, pero será mejor si esto ocurre en compañía, comprendiendo lo que ha ocurrido y contando con apoyo. Vivirán mucho mejor el proceso de duelo si han tenido información, han sido partícipes del proceso de enfermedad y han podido despedirse.
¿Cómo ayudarles a afrontar mejor el duelo?
En un primer momento:
- Explíquele lo que ha pasado. No evite mencionar la palabra muerte, no utilice eufemismos ni metáforas, pueden confundirle. Responda a sus preguntas con sinceridad, con palabras claras y adaptando la información a su edad. Necesitará comprender que la muerte ocurre a todo el mundo (es universal), que es imposible de modificar (irreversible) y que es para siempre (permanente).
- Permita que asistan a los rituales fúnebres. Tienen que hacer su propia despedida.
Para facilitar la evolución del duelo:
- Mantengan sus rutinas diarias.
- Pueden tener miedo al abandono o a perder a más personas importantes, por lo que hay que tranquilizarles en este sentido. Acompáñeles todo el tiempo posible, especialmente si son de corta edad.
- Puede tener miedo de que le pase a él o ella. Tranquilícele en ese sentido.
- Preste atención a su comportamiento, puede ser un buen indicador de su estado de ánimo.
- Permita y acompañe la expresión de sentimientos, puede ayudarle a través de juegos o dibujos. Muestre su propio dolor.
- Puede preguntarse quién le cuidará ahora. Tranquilícele y favorezca que hagan todas las preguntas que necesite.
- Procúrele todo el amor y cuidados posible, como siempre.
- Hable con su profesorado y prepare el “regreso” a la escuela.
- Los/as niños/as pueden sentirse culpables por considerar que han podido causar la muerte, con algún pensamiento o al portarse mal. Trate de identificar si lo está sintiendo y explíqueles la causa de la muerte de una manera comprensible.
- En ocasiones, pueden aparentar que sus vidas no han cambiado y que no sienten nada y, después, reaccionar con irritabilidad, rabia o conductas violentas. Esto puede ser una forma de expresión de su tristeza. Necesitarán que se les trate con paciencia, asegurándoles que se estará a su lado.
- Recuerde que son niños/as… tienen derecho a reír, a jugar, a ser felices y a seguir con su vida.
La mayoría de niños y niñas superan el duelo sin grandes complicaciones y se adaptan de manera adecuada a la nueva situación. Tendremos que mantener la atención sobre sus necesidades especiales y buscar ayuda profesional si observamos dificultades.