La comunicación de malas noticias es una tarea difícil que requiere habilidades específicas por parte de los y las profesionales sanitarios para asegurarse de que paciente y familia comprendan la información y sean capaces de procesarla de manera efectiva.
Algunas pautas generales que podemos poner en marcha en el proceso de comunicación de malas noticias en el contexto de los cuidados paliativos son:
- Preparación: El/la profesional sanitario debe prepararse antes de la conversación. Esto puede incluir revisar la información de cada paciente, establecer un ambiente privado y tranquilo para la conversación y asegurarse de tener suficiente tiempo para la discusión.
- Establecer una relación de confianza: Es importante establecer una relación de confianza con la persona enferma antes de comunicar las malas noticias. Escuchar atentamente a paciente y familia, demostrar empatía y compasión y responder a sus preocupaciones y preguntas, pueden ser algunas de las habilidades necesarias para ello.
- Utilizar un lenguaje claro y sencillo: Esto puede incluir explicar la situación de manera simple y directa, evitando tecnicismos médicos y utilizando ejemplos concretos para ayudar a cada paciente y su familia a comprender la información.
- Permitir el tiempo suficiente para la comprensión y la reflexión: Pacientes y familias pueden precisar tiempo para procesar y comprender la información. Es importante permitirles el espacio que necesiten para hacer preguntas, reflexionar sobre la situación y expresar sus emociones.
- Ofrecer apoyo emocional: Dar apoyo emocional a cada paciente y su familia después de la comunicación de las malas noticias es un aspecto esencial. Brindar recursos como asesoramiento psicológico o grupos de apoyo, y asegurarse de que sienten apoyo en su proceso de toma de decisiones, podría ser una manera de dar este soporte.
Saber transmitir malas noticias en cuidados paliativos requiere una cuidadosa preparación, establecer una relación de confianza, utilizar un lenguaje claro y sencillo, dedicar el tiempo suficiente para la comprensión y la reflexión, y dar apoyo emocional.
Al seguir estas pautas, los/las profesionales sanitarios pueden asegurarse de que, tanto paciente como familia, comprendan la información y sean capaces de procesarla de manera efectiva, lo que puede mejorar su calidad de vida durante el proceso de final de vida.