Manoli, 2017
“Para poder desconectar, lo que he aprendido o, mejor dicho, estoy aprendiendo todavía, es a Relajarme. Cualquier técnica de relajación que sea capaz de controlar la mente, de pararla, consigue hacerme pasar por encima de los malos momentos, haciendo que me afecten lo menos posible. Tanto el Reiky, cómo el Mindfunes me están haciendo bien. Mi mente pasa relajada por los momentos en que los síntomas me hacen mella.
Tengo suerte porque puedo tener profesionales que me ofrecen estás técnicas, que me enseñan a trabajarlas. La mayoría de pacientes No pueden. A la mayoría de pacientes el sistema sanitario no les oferta la posibilidad de conocer y trabajar estás técnicas. Creo que son tan importantes como parte de la medicación, como un medicamento o tratamiento.
También he sentido el bálsamo de la excelencia en esta profesión. Una noche en la que estuve muy malita me cuidó una enfermera que además de administrar y realizar las técnicas adecuadas me cogió la mano, atendió a mi familia, estuvo conmigo hablándome, calmándome, escuchándome. Me transmitió paz y seguridad, logró que uno de los peores momentos de mi vida hasta hoy lo viviese con calma y sabiendo que ella estaba allí y no me iba a dejar. Esa sensación ayudó a que superara esa noche, tanto como la medicación”.