La situación excepcional vivida como consecuencia de la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de buscar un equilibrio entre la seguridad y el bienestar emocional para humanizar la atención, tan como expusieron los expertos que participaron en el webinar “Abordaje multidisciplinar: Cuidados Paliativos en tiempos de COVID-19”, organizado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y AECPAL.
Durante este encuentro virtual, Isidro García Salvador, enfermero y presidente de AECPAL y vicepresidente de la SECPAL, destacó que “en los pacientes graves por COVID-19, el deterioro a veces era muy rápido, y el seguimiento tenía que ser constante. Yo he echado mucho de menos a los acompañantes familiares, porque te pueden avisar cuando de repente surge un problema. Nos decían: ‘Tienes que entrar lo estrictamente necesario’. Pero en los cuidados todo es necesario ¿Qué quitas? ¿La compasión? ¿La empatía? ¿La escucha activa? ¿Hablar con quien siente soledad? Es imposible mantener la distancia como cuidador. Es cierto que debemos hacerlo con seguridad, pero tenemos que adaptarnos a la situación, estudiar la enfermedad, ver qué es lo seguro y lo no seguro, encontrar un equilibrio, buscar estrategias que garanticen la protección, pero permitiendo acompañar a nuestros seres queridos, siempre que estos lo deseen”.
Y es que, “cuidar en la distancia es imposible. Seguro que hay formas seguras de dar abrazos. Tenemos que buscar la manera, porque los abrazos en la distancia están muy bien, pero mantenerlos en el tiempo de forma indefinida no creo que sea lo más adecuado”, señaló el presidente de AECPAL, que también se refirió a cómo se han gestionado las situaciones de final de vida en el contexto de la pandemia, recordando que si bien al inicio de la epidemia había personas que morían solas, en distintas CCAA se han ido elaborando posteriormente protocolos que flexibilizaban la prohibición de acompañar a estos pacientes.
“Hay casos en los que sí se ha permitido y otros en los que no ha sido así, pero no han existido criterios uniformes. Algunos permitían a los familiares de enfermos con COVID acompañarlos si les quedaban determinadas horas de vida, pero yo llevo muchos años trabajando en cuidados paliativos y soy incapaz de predecir la muerte con tanta exactitud. Personalmente creo que algo que deberíamos aprender de esto es la importancia de no poner límites al acompañamiento de las personas que están en situación de final de vida. En pacientes con COVID, habrá que proporcionar a los acompañantes los medios necesarios para un contacto seguro, y después de la despedida probablemente deberán cumplir medidas de aislamiento preventivo, pero considero que se debería permitir”, afirmó Isidro García Salvador.
En relación a esto, los expertos que participaron en el webinar pusieron de manifiesto las mejoras que se han ido produciendo a medida que ha avanzado el conocimiento sobre la epidemia y su control, reconociendo la extrema dificultad que ha implicado la toma de decisiones en los momentos iniciales de la crisis. En este sentido, Esther Limón, médico de Familia en el centro de Atención Primaria Ronda Prim de Mataró y tesorera de SECPAL, indicó que “tengo la sensación de que nos hemos sentido tan vulnerables, hemos estado tan perdidos y, a la vez, hemos sentido tanto miedo -pasamos de decir que el nuevo coronavirus causaba un cuadro similar al de una gripe a ver que la gente se moría de forma fulminante- que en ese contexto surge la metodología del triaje en catástrofes y lo seguimos disciplinadamente. Hemos podido ir aprendiendo y ahora podemos reclamar la humanización de todo lo que hemos vivido, pero no sería justo evaluar con los ojos del momento actual las actuaciones de marzo, cuando no sabíamos qué hacer y la prioridad era velar por la seguridad de todos”.
Como médico de Atención Primaria, esta experta también expresó su preocupación por los efectos de que este nivel asistencial quede supeditado al control de la COVID-19. “Debemos empezar a plantear cómo atenderemos el estrés postraumático, el burnout, a los pacientes No-Covid, la recuperación post UCI y el impacto de la interrupción en el seguimiento de las enfermedades crónicas. Si estamos tan ocupados, ¿cómo vamos a lograr ser equitativos?, ¿cómo podremos atender con calidad y dignidad a las personas en la etapa final de su vida? Creo que la respuesta se llama ubuntu”, dijo, en referencia a un concepto filosófico sudafricano que expresa la importancia del bien común: “Yo soy porque nosotros somos”.