La enfermería abarca cuidados autónomos y colaborativos de los pacientes de todas las edades, las familias, grupos y comunidades, enfermos y sanos en cualquier situación. La enfermería incluye la promoción de la salud, prevención de enfermedades, y el cuidado de la persona enferma, dependiente o moribunda. La defensa y promoción de un medio ambiente saludable, la investigación, participación y formación en políticas de salud y en el manejo de los pacientes y los sistemas de salud, la educación es otro de los papeles clave de la enfermería. (Definición de enfermería por el INTERNATIONAL COUNCIL OF NURSING, 2002)
Durante 2020 se producen dos grandes hitos en la enfermería, es el 200 aniversario del nacimiento de Florence Nightingale y se cumplen 100 años de la Nurse Registration Act[1], que regula por primera vez la profesión enfermera en Inglaterra (y en el mundo), promovida por la matrona Ethel Gordon Fenwick. En relación con ambas efemérides, se ha creado un movimiento liderado por la Organización Mundial de la Salud y el International Council of Nurse, denominado Nursing now, con el objetivo de hacer relevante el papel de la enfermería dentro de la sociedad: “las enfermeras, nos dicen, se encuentran en el alma de los equipos de salud, jugando un papel crucial en la promoción de la salud, y en la prevención y el tratamiento de las enfermedades”.
Sin embargo, es difícil incluso para las propias enfermeras encontrar una definición y concreción de su trabajo, fuertemente influido por su relación con el resto del equipo y ,concretamente, con el estamento médico al que acompaña y del que recoge, en muchos casos, sus referentes de trabajo.
De todos modos, lo que nos interesa reflejar es la parte autónoma de la enfermera, citamos a Virginia Henderson que afirma: “la única función de la enfermería es la de asistir al individuo sano o enfermo en el desarrollo de aquellas actividades que contribuyen al mantenimiento de su salud o a su recuperación (o llegado el momento a que tenga una muerte en paz), algo que lo podría hacer por sí mismo si tuviera la suficiente fuerza, voluntad o conocimiento”. Existe, además, un componente social y cultural no abordado por Henderson, como nos dice Javier Padilla del Colectivo Silesia, en una interesante reflexión sobre la actual situación frente al cáncer: “toda atención a un problema de salud tiene tres componentes fundamentales: el curativo, el rehabilitador y el de cuidados, …el cuidado, que podría ser entendido en este contexto no solo como la realización de las actividades necesarias para el correcto desempeñar de la vida, especialmente en situaciones de dependencia o déficit de autonomía, sino también como el fortalecimiento de los vínculos sociales que favorezcan el afrontamiento agente y no paciente de la enfermedad…” en clara referencia al aspecto social de toda enfermedad, frente a la individualización exacerbada que actualmente nos acosa, hace falta toda una comunidad para cuidar de una persona.
Pero entonces ¿cuál es el papel de la ciencia enfermera en cuidados paliativos?
En primer lugar, ofrecer unos cuidados de enfermería adecuados, entendidos estos como “el producto de la reflexión sobre las ideas, los hechos y las circunstancias relacionadas con el proceso de satisfacción de necesidades del ser humano y que garantizan la integridad y la armonía de todas y cada una de las etapas que constituyen la vida humana…”[2].
Otro de los aspectos fundamentales defendido por Shan Mohammed es el papel fundamental que juegan las enfermeras en el manejo diario de los pacientes tanto a la hora de su control y vigilancia como para dar la voz de alarma de la necesidad de cierto paciente de ser incluido en cuidados paliativos: “si bien los cuidados paliativos son por definición interdisciplinares, las enfermeras tienen el conocimiento y las habilidades para dirigir el proceso de toma de decisiones a la hora de derivar una persona a cuidados paliativos, además de anticipar en personas muy vulnerables el beneficio de que accedan a este tipo de cuidados”[3].
Para concluir, bajo la idea de atención holística, la enfermera debería, además, servir de intermediario entre las personas enfermas y sus familias frente a una sociedad que niega la enfermedad y la muerte y, también, a los enfermos paliativos. Es un papel de abogacía que pone en el centro de sus intereses las necesidades reales de las personas y sus familias, que se enfrentan a una enfermedad compleja, a veces terminal, y que deben luchar frente a la falta de visibilidad, de recursos, de los intereses centrados en el lucro económico y el ensañamiento terapéutico, sería entonces una cruzada hacia la humanización de los sistemas sanitarios, en particular, y de la sociedad en su conjunto.
José Cabrera-Troya
Grupo de investigación de Bioética y Humanización del Servicio Sanitario Público de Andalucía (BIOHU-2018). Grupo de Bioética de ASANEC
[1] Nursing & Midwifery Council https://www.nmc.org.uk/always-caring-always-nursing/ethel-fenwicks-story/
[2] Siles-González J, Rev. Cultura de los cuidados n 24 p. 5-6 2008, Alicante https://doi.org/10.14198/cuid.2008.24
[3] Mohammed S, Savage P., Kerbok N., Swami N, Roding G, Zimmerman C, «I’m going to push this door open. You can close it»: A qualitative study of the brokering work of oncology clinic nurses in introducing early palliative care. Palliat Med. 2020 Feb;34(2):209-218. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31659940. Consultado el 25 de febrero de 2020.
Buenos dias, hace hoy 200 años del nacimiento de florence nightingale, en un mundo más parecido hoy que nunca al que ella tuvo que enfrentarse, incertidumbre , miedo, enfermedades infecciosas sin tratamiento, y sobre todo la injusticia humana, como una manifestación del abandono espiritual del ser humano.
Es precisamente la espiritualidad un hecho constante y central en las ideas de florence, dándole a este aspecto humano una trascendencia hasta el punto de hacer coincidir las tareas de la enfermera como un reflejo de Dios, o fuerza universal o el todo, según cada uno de nosotros o nosotras queramos verlos. Es decir, todo aquello que hacemos por ayudar a los demás es tan solo un reflejo de la verdadera expresion del ser como humano, una búsqueda de reponer el equilibrio que la naturaleza en su sabiduria requiere y que el hombre en su empeño de distanciarse no hace más que impedir.
Segun sus propias palabras: «Dadme la belleza del alma interior y podré hacer que el interior y el exterior de la persona sean tan solo uno» (Janet Macrae, RN, PhD, Nightigale`s spiritual philosophy and its significance formodern nursing journal of Nursing scholarship, 1995: 27(1). 8-10)