Hablemos de mi muerte
CARTA DE UN HOMBRE MADURO A SU MUJER Cuando muera, en el mismo minuto en que deje de ser yo para ser fui, quiero que mi cuerpo esté al sol, refrescado por una brisa suave y por el olor de un pinar cercano que limpie mi pasado. Quiero oír a lo lejos los nocturnos…